La escalada de asesinatos contra líderes sociales y defensores de los derechos humanos continúa causando conmoción en la sociedad colombiana.

En las últimas horas se conoció del hallazgo del cadáver Ibes Trujillo, reconocido líder comunal y miembro del movimiento Marcha Patriótica, quien estaba desaparecido desde hacía una semana en el departamento del Cauca.

También el pasado lunes hubo otro asesinato en el Cauca, el del líder campesino Luis Eduardo Dagua, miembro igual de Marcha Patriótica y padre de un excombatiente del partido de la FARC (Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común).

Anoche el ministro del Interior de Colombia, Guillermo Rivera, exigió a los alcaldes y gobernadores locales dar cumplimiento al decreto de protección para líderes sociales aprobado en la Comisión Nacional de Garantías de Seguridad de la semana pasada.

‘Siendo los gobernadores y alcaldes los conocedores de las dinámicas locales y el primer punto de contacto con las comunidades y organizaciones, es vital su aporte y participación activa en la construcción, implementación y seguimiento de estas medidas’, les dijo en una circular.

El lunes, además, el procurador general de la Nación, Fernando Carrillo; el defensor del Pueblo, Carlos Alfonso Negret; y el presidente de la comisión de la Verdad, Francisco De Roux, se reunieron con cientos de líderes sociales en el Cauca ante la creciente violencia en esa zona del país.

Desde el 1 de enero de 2016 a la fecha han sido asesinados en Colombia más de 300 líderes comunales, sociales y políticos.

PL