Crisis económica argentina responde a políticas internas y no a factores externos
La crisis económica que soporta Argentina es producto de las decisiones políticas del actual Gobierno y no de la situación internacional, que profundiza la situación pero no la originó, dijo a Sputnik el economista Alejandro López Mieres.
La coyuntura internacional “agrava la situación, pero no es el eje principal, que son las decisiones políticas que el Gobierno llevó adelante”, explicó López Mieres, integrante del Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas de Argentina.
El tipo de cambio frente al dólar cerró el jueves en 39,6 pesos, luego de una jornada en que superó los 40 pesos en algunos bancos privados, lo que supone una depreciación de 95 por ciento de la moneda local en lo que va de este año.
El presidente Mauricio Macri y las autoridades económicas han señalado en reiteradas ocasiones que las “turbulencias” y “tormentas” en los mercados internacionales han arrastrado al país a este escenario de inestabilidad, marcado también por una elevada inflación, caída de las inversiones y de las exportaciones.
Para López Mieres, Argentina tiene una “carencia estructural de dólares”, a la que se suma la fuga de capitales, “que también es una situación casi de orden estructural” en el país y que en lo que va del actual Gobierno ronda los 54.000 millones de dólares.
“Más allá del cambio de Gobierno, más allá de una ideología imperante, o de aquellos sectores de interés que pudieron bancar a Macri como presidente, la dinámica de fuga de capitales se mantuvo”, explicó.
VARIAS LECTURAS
Según la “escuela ortodoxa” económica el déficit fiscal, es decir, gastar más de lo que ingresa, es útil para explicar la situación actual, pero hay que buscar las respuestas en las políticas económicas del Gobierno, insistió López Mieres.
“Yo hago otro tipo de análisis estructural, sí vinculado con el tema de las divisas, porque efectivamente se gasta en todos estos ítems más divisas de las que entran, porque bajaron los términos de intercambio de los granos, porque la inflación remanente después de la primera devaluación del Gobierno dejó cierto atraso cambiario”, describió.
Para el economista “todo este agujero se financió con deuda, con una importante deuda de más de 100.000 millones de dólares en todo este período, que se esfumó; se esfumó en fugas, en turismo, en intereses”, describió.
FONDO MONETARIO
Este contexto llevó al Gobierno a recurrir al Fondo Monetario Internacional (FMI), con el que se firmó en junio un acuerdo “stand-by” (de contingencia) por un monto de 50.000 millones de dólares.
El objetivo del Poder Ejecutivo, ya en un contexto de fuga de capitales, era mandar señales a los mercados, recuperar su confianza y evitar que se expandiera la sangría de divisas, pero también cumplir con el plan financiero del Gobierno de cara a 2019, año de elecciones presidenciales, explica López Mieres.
“Eso no pasó”, afirmó el economista, pues el único punto del acuerdo con el Fondo que podría cumplir el Gobierno es la reducción del déficit fiscal.
“La única que se está cumpliendo es el déficit fiscal, producto de un fuerte ajuste en términos de salarios públicos, en términos de transferencias a las provincias, en términos de jubilaciones, en términos de cancelar proyectos de obra pública. El ajuste es muy violento, y eso hizo que el déficit fiscal bajara”, indicó López Mieres.
ANTEOJERAS IDEOLÓGICAS
La única manera de salir de esta crisis económica es “romper con el esquema de ortodoxia pura” que ha llevado adelante el Gobierno y “volver a políticas mucho más heterodoxas vinculadas al comercio y a las finanzas”, recomendó.
“No se sale con esta política, con estas anteojeras ideológicas que tiene este Gobierno, porque si se le fue a pedir plata al FMI, previo a eso se tomaron más de 100.000 millones de dólares de deuda en un contexto de fuga y vos liberalizaste los mercados cambiarios, liberalizaste el flujo de capitales, o sea, permitiste que los capitales golondrina entren y salgan libremente, en un contexto de fuga y de pérdida de divisas, es como pegarse un tiro en el pie”, observó.
El miércoles, el FMI emitió un comunicado expresando su apoyo al Gobierno argentino, pero advirtiendo que estrechará los controles a la política económica de la administración que preside Macri.
Más temprano ese día el presidente argentino anunció que acordó con el FMI un adelanto de los fondos incluidos en el crédito otorgado por el organismo en junio, con el objetivo de “garantizar el cumplimiento del programa financiero” de 2019.
Para acordar con el FMI, Buenos Aires se comprometió a alcanzar un déficit fiscal primario de 2,7 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) para este año y de 1,3 por ciento para 2019.
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