El portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov, dijo este jueves que el incremento de la presencia militar en el Mediterráneo se justifica por la situación en la provincia siria de Idlib.

“La situación en Idlib deja mucho que desear. A menos que se haga algo, no cabe esperar nada bueno del avispero terrorista que se ha formado allí, de modo que es totalmente justificado extremar las precauciones”, declaró Peskov a periodistas.

El representante del Kremlin hizo esta declaración poco después de que el Ministerio de Defensa ruso anunciara que la Armada nacional y la Fuerza Aeroespacial de Rusia celebrarán simulacros a gran escala en Mediterráneo del 1 al 8 de septiembre.

En las maniobras tomarán parte los buques de las Flotas del mar Negro, del Norte y del Báltico, de la flotilla del Caspio, y las aeronaves de las aviaciones estratégica, naval y de transporte militar.

En particular, se prevé el despliegue de más de 25 buques de guerra y auxiliares, entre ellos el crucero Marshal Ustinov, y unos 30 aviones, incluidos los bombardeos estratégicos Tu-160, aviones de lucha submarina Tu-142 ML e Il-38, cazas Su-33 y Su-30SM.

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