Los daños colaterales se imponen en el día a día de Afganistán
Los daños colaterales, o las trágicas consecuencias de los ataques lanzados por error por las fuerzas de la OTAN se convierten en la realidad cotidiana que afronta la población civil de Afganistán.
El 20 de septiembre las bombas de la OTAN acabaron con la vida de tres civiles en el condado de Chamkani de la provincia de Paktia, otras diez personas resultaron heridas, entre ellas mujeres y niños.
El 22 de septiembre, los aviones del bloque militar mataron a nueve civiles, entre ellos a cuatro mujeres y tres niños, al bombardear una vivienda en el condado de Tagab, en la provincia de Kapisa.
Al día siguiente, 23 de septiembre, un ataque de la Fuerza Aérea estadounidense causó nueve civiles muertos y cuatro heridos en el condado de Shirzad de la provincia de Nangarhar.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia expresó “gran preocupación” por el crecimiento del numero de civiles afganos muertos como consecuencia de los ataques de la aviación de la OTAN. y consideró que esta situación es resultado de los “graves errores” cometidos por Estados Unidos, ante todo, de su apuesta por una solución militar a los problemas de Afganistán.
“Estamos indignados por los ataques ‘erróneos’ de las fuerzas de la OTAN, convertidos en algo cotidiano sin que nadie asuma la responsabilidad”, dice la declaración, difundida por su servicio de prensa.
La diplomacia rusa instó a EEUU a reconsiderar su política a favor de una resolución diplomática por vía del diálogo nacional y exigió que los responsables de los actos criminales contra la población civil comparezcan ante la justicia.
Desde Bruselas, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, subrayó que el bloque bélico no estudia por ahora retirarse de Afganistán.
“Cuando comparamos el precio de la permanencia (en Afganistán) con el precio de retirarnos, la conclusión es que el precio de retirada será más alto”, dijo Stoltenberg, pues la retirada de las fuerzas del a OTAN haría posible el regreso de los talibanes.
Al mismo tiempo, el secretario general de la Alianza indicó que la “forma responsable” de retirarse de Afganistán “es alcanzar una solución política “.
“No nos quedaremos en Afganistán más de lo necesario”, aseveró.
Pese a la fuerte presencia militar de EEUU y sus aliados, Afganistán vive una situación de inestabilidad política y social a raíz de los ataques que lanza Talibán y, desde 2015, el grupo terrorista Daesh (autodenominado Estado Islámico), ambos prohibidos en Rusia.
EUU y sus aliados invadieron Afganistán en 2001,
Tras los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York y Washington las tropas aliadas invadieron Afganistán.
La misión fue dada por concluida en 2014, pero el 1 de enero de 2015 la OTAN anunció allí una nueva operación, bautizada como Apoyo Decidido, para entrenar a las fuerzas de seguridad afganas.
DAÑOS COLATERALES EN SIRIA E IRAK
La coalición occidental liderada por Estados Unidos admitió este jueves que mató a más de 1.100 civiles en Siria e Irak.
Estas bajas, contabilizadas a partir de agosto de 2014, fueron contabilizadas en un informe de la Fuerza de Tarea Conjunta Combinada-Operación Resolución Inherente (CJTF-OIR, por sus siglas en inglés).
“Basándose en los datos disponibles, CJTF-OIR estima que los ataques de la coalición desde el inicio de la Operación Resolución Inherente mataron por error al menos a 1.114 civiles”, indicó el organismo.
En Irak y Siria la coalición, integrada por más de 70 países, lanzó unos 30.000 ataques aéreos.
Otros 219 casos denunciados aún se están investigando.
En Irak las operaciones se realizan en cooperación con el Gobierno, mientras que en Siria no cuentan con la autorización de Damasco ni del Consejo de Seguridad de la ONU.
Sputnik