El Comité de Seguridad de la Agencia Europea de Medicamentos (PRAC, por sus siglas en inglés) está investigando tres nuevos posibles efectos adversos de las vacunas de ARN mensajero contra la Covid-19, es decir, los modelos desarrollados por Pfizer y moderna.

En concreto, según detalla el organismo regulador en unos documentos de actualización de seguridad de las vacunas, se trata de eritema multiforme, glomerulonefritis y síndrome nefrótico.

El eritema multiforme es una reacción de hipersensibilidad alérgica con lesiones cutáneas redondas características que también pueden afectar a las membranas mucosas de las cavidades internas del cuerpo. La EMA ha registrado “un pequeño número de casos” notificados después de la vacunación con Pfizer y Moderna. “Se han solicitado más datos y análisis al titular de la autorización de comercialización para apoyar la evaluación en curso del PARC”, explica la EMA.

Por su parte, se ha iniciado una evaluación de la glomerulonefritis (inflamación de los diminutos filtros de los riñones) y el síndrome nefrótico (trastorno renal que hace que los riñones pierdan demasiado proteínas en la orina) para determinar si pueden ser efectos secundarios de estas dos vacunas.

Según la EMA, los pacientes afectados pueden presentar orina sanguinolenta o espumosa, edema (inflamación de los párpados, los pies o el abdomen) o cansancio. Al igual que en el anterior caso, se ha registrado “un pequeño número de casos” notificados después de la vacunación con Pfizer y Moderna, incluidos los casos en los que los pacientes experimentaron una recaída de enfermedades renales preexistentes. Por ello, también se han solicitado más datos y análisis a las compañías para continuar con la evaluación.

Tal y como explicó la EMA la semana pasada, no se han encontrado hasta ahora ninguna asociación causal entre los vacunas contra la Covidi-19 y los trastornos menstruales. El organismo regulador resalta que los trastornos menstruales son “muy comunes y pueden pasar sin una condición médica subyacente”.

“Las causas pueden ir desde el estrés al cansancio hasta condiciones médicas subyacentes, como los fibromas y la endometriosis. Las mujeres que experimentan una hemorragia vaginal inesperada (por ejemplo, en mujeres postmenopáusicas) o que están preocupadas por alteraciones menstruales prolongadas o severas pueden buscar consejo médico “, concluye la EMA.

Vilaweb