EDITORIAL.- Mark Zuckerberg quiere tener millones de autómatas
En el año 2019 se conoció la noticia de que el CEO y fundador de Facebook, Mark Zuckerberg, había vendido aproximadamente $30 millones de sus acciones en su red social para invertir dinero y esfuerzo en una nueva investigación biomédica, cuyo desafío es combatir las enfermedades neurodegenerativas, tales como la epilepsia, el Alzheimer y la enfermedad de Parkinson. Vale agregar que en la realización del estudio biomédico se precisa la monitorización del cerebro.
Mark Zuckerberg emprendió el proyecto con su esposa, Priscilla Chan, una pediatra, fundadora y CEO de The Primary School de Palo Alto, California. El estudio fue dado a conocer en diciembre de 2015; y el nombre del mismo es Iniciativa Chan-Zuckerberg (CZI, por sus siglas en inglés).
A pesar de que sus negocios tuvieron un crecimiento sólido en 2018, el director ejecutivo de Facebook, Mark Zuckerberg, había puesto a la venta sus acciones en la red social.
El 25 de abril del 2018, Facebook publicó el informe de los resultados financieros del primer trimestre del dicho año.
A través de su cuenta en la red social, Mark Zuckerberg reportó que Facebook contaba con 2.200 millones de usuarios activos mensuales, un aumento del 13% con respecto al año 2018; y también destacó que tenía 1.450 millones de perfiles activos diarios aproximadamente. Es decir, los suscriptores de Facebook son usuarios tan asiduos a la red social, que son su mejor activo, en el amplio sentido de la palabra.
Y a pesar de que los gastos de la red social subieron un 39%, y que sumaron $6.517 millones, las ganancias de Facebook fueron por un total de $4.988 millones, tuvieron un incremento de 63%, según ese mismo reporte financiero.
Facebook obtuvo ingresos totales por $ 11.966 millones, un aumento de un 49 % con respecto al mismo período del año 2017. La mayor parte de los ingresos de Facebook se derivan de la publicidad. La popular red social de Mark Zuckerberg obtuvo ingresos de $ 11.795 millones por publicidad, un incremento del 50 % en comparación con el 2017.
Ahora bien, el 91% de los ingresos de publicidad de Facebook provienen de la publicidad personalizada para teléfonos móviles. Como quien dice, además de ser una red social, Facebook es la “gallina de los huevos de oro” de su fundador, Mark Zuckerberg.
A ratos se cuestiona si habrá algo mejor en términos de rentabilidad para un licenciado en Informática por la Universidad de Harvard que tener tantos millones de personas reunidas en su propia red social.
Más aún: cabe preguntar si es posible que haya algo mejor para un empresario neoyorkino de 34 años que tener los datos de tantos millones de personas, esto es: nombres, apellidos, profesión, incluso acceso a sus conversaciones privadas. Por lo visto, la respuesta es afirmativa. Y al parecer es la Iniciativa Chan-Zuckerberg.
El nuevo estudio de Mark Zuckerberg y su esposa, Priscilla Chan, cobró visos de ser un ambicioso proyecto, y genera además un sinnúmero de preocupaciones y curiosidades para el público en general, por cuanto estaríamos hablando de la monitorización del cerebro, que por definición se trata de la observación y seguimiento de determinados procesos relacionados con la mente, con las actividades cerebrales, a fin de corregir las enfermedades neurodegenerativas.
Lo ideal sería que la información obtenida a través de la Iniciativa Chan-Zuckerberg sea utilizada de verdad con fines filantrópicos; preocupa que vaya a ser monetizada. Ojalá que no se use para cosas indebidas o para causarles daños a los seres humanos.
Y debido a que ya hay demasiados millones de personas las que estan concentradas en este campo o ecosistema digital confiándole su información más íntima, Facebook ha terminado por conocer mejor a la gente que ella misma.
Pero Zuckerberg es un hombre de agallas grandes. No quiere que vean a su compañía como una simple red social, una aplicación digital, un mera plataforma electrónica. Quiere crear un mundo paralelo, acaso el mundo feliz de Aldous Huxley, pero ahora el soma (o alucinógena) será el metaverso, tras el nuevo nombre de facebook o droga digital. Zuckerberg quiere que la gente compre, se divierta y trabaje, esa es la meta, muy acorde con el nuevo nombre de su empresa.
En cierta ocasión dijo Mark Zuckerberg que estaba haciendo un mundo más abierto. “I´m trying to make the world a more open place”, asegura en su muro. Pensó que podía meter toda la gloria del mundo en una aplicación: Facebook.
Y que todo el mundo cabe allí. Por eso, se expresó así. Pero el jueves pasado hizo público lo que varios años atrás está cocinando: el metaverso, donde los usuarios van a estar concentrados, evadidos aún más del mundo. Va a ser un campo de concentración sin lágrimas, porque la más dura de las soledades es la acompañada, la cual será llenada con tecnología.
Metaverso es anunciado por Zuckerberg como si fuera a ser un mundo sin lágrimas; la gente estará conectada y concentrada al antojo de lo que desarrolló Zuckerberg. Allí se alimentarán, se enamorarán, sufrirán, pero la tecnología los hará reír en breves fracciones de segundos, compartirán su vida personal, incluso dormirán, es decir, no se desconectarán. Esta es la moderna y refinada forma de dictadura: digital y sin sangre.
Es una realidad frente a la cual no se puede cerrar los ojos para que desaparezca por arte de magia. Al contrario, hay que aprovecharla para despertar la crítica. Es imperativo generar conciencia.
En un Encuentro de Intelectuales en Defensa de la Humanidad el escritor y exministro de cultura de Cuba Abel Prieto se refería a la discusión en el plano de la cultura. La discusión ideológica no se puede descuidar en las redes sociales. El ciberactivismo no es una cosa estólida. No. En Facebook hay intelectuales como Atilio Borón que están sacudiendo las mentes con sus aportes al debate por el destino del hombre, lo cual alienta con creces la esperanza de un mundo realmente libre (sin barreras reales ni electrónicas), donde los hombres vuelvan a ser hermanos, como anhela la canción.