Rusia está muy alarmada ante la concentración de fuerzas armadas ucranianas en la zona de Donbás, declaró este miércoles el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
«Hemos visto informes de que más de 120.000 soldados se desplegaron en la zona de conflicto. Justo esto es lo que nos suscita temores de que en Kiev puedan prevalecer las voces a favor de una solución militar en Donbás», dijo Peskov ante la prensa.
El representante del Kremlin calificó el despliegue de tropas ucranianas en Donbás de «una aventura muy peligrosa».
«Todo esto va acompañado de estimulantes ejercicios no planeados de la OTAN (…). Todo esto nos preocupa profundamente porque sucede en las inmediaciones de nuestras fronteras», resaltó Peskov.
Al mismo tiempo, el funcionario subrayó que Rusia «no puede tomar medida alguna de distensión».
Asimismo, el portavoz reiteró que la guerra en Donbás es una guerra civil ucraniana de la que Rusia no forma parte.
«La guerra de Donbás es interna de Ucrania. Tenemos conocimiento de los intentos de presentar a Rusia como un participante de este conflicto. Esto no es así. Parar la guerra en Donbás solo se puede mediante negociaciones de ucranianos con ucranianos, (porque) es una guerra civil que fue provocada por los acontecimientos de 2014 y Rusia no forma parte de ella», enfatizó Peskov.
Además, el funcionario indicó que Rusia no ha reconocido las autoproclamadas repúblicas de Lugansk y Donetsk.
«Aún no ha habido tal reconocimiento, siguen siendo repúblicas autoproclamadas, pero vemos que se está retrasando el proceso de resolución de este conflicto interno ucraniano, en muchos aspectos está llegando a un callejón sin salida, por eso ¿qué perspectivas tendrán estas repúblicas? Ahora es difícil de pronosticar», remarcó Peskov.
Desde abril de 2014, Ucrania lleva a cabo una operación contra las milicias en Donbás, donde se proclamaron las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, en respuesta al violento cambio de gobierno ocurrido en febrero del mismo año.
Los Acuerdos de Minsk, suscritos en septiembre de 2014 y en febrero de 2015, sentaron las bases para una solución política al conflicto, pero no han derivado hasta ahora en el cese de la violencia.
Sputnik
