Un grupo de migrantes de campos de refugiados en Chipre que están siendo reasentados en Italia a expensas del papa Francisco ayudó al pontífice a celebrar su 85 cumpleaños el viernes.
«Nos salvaste», le dijo un niño africano al papa durante una reunión en el Palacio Apostólico del Vaticano un día después de que llegaran los 12 de Chipre.
Le desearon feliz cumpleaños y le regalaron un cuadro hecho por un refugiado afgano que muestra a los migrantes cruzando el mar.
Vienen de la República del Congo, la República Democrática del Congo, Camerún, Somalia y Siria y son las primeras de 50 personas de los campamentos en Chipre que el papa se ha comprometido a proporcionar. El resto llegará en los próximos meses y serán atendidos e integrados en la sociedad italiana por la organización benéfica católica Sant ‘Egidio.
El primer grupo incluyó a médicos y trabajadores de tecnologías de la información en sus países de origen, entre otros.
El papa facilitará el reasentamiento de 50 migrantes en Italia como parte de un acuerdo entre Italia, el Vaticano y Chipre para conmemorar su viaje a principios de este mes a la isla mediterránea.
Francisco, quien fue elegido primer pontífice de América Latina en 2013, ha hecho de la defensa de los migrantes y refugiados una piedra angular de su pontificado.
Chipre étnicamente dividido, es el Estado miembro de la Unión Europea más cercano al Medio Oriente, y ha tenido que manejar la afluencia de migrantes y refugiados en los últimos dos años.
Muchos solicitantes de asilo acceden a las áreas del sur controladas por el gobierno a través de la «Línea Verde» que divide la isla después de haber llegado previamente al Estado separatista turcochipriota en el norte.
El papa también visitó Grecia durante el viaje del 2 al 6 de diciembre, incluida una parada en un campo de refugiados en la isla de Lesbos.
Durante una visita anterior en 2016, dejó Lesbos, entonces en la primera línea de la crisis migratoria de Europa, llevándose consigo a 12 refugiados sirios.
Reuters
