El mundo atraviesa un momento marcado por la inestabilidad en el que las amenazas a la seguridad ya no vienen solo de países rivales en el tablero geopolítico. Así las cosas, en estos momentos un 44 por ciento de los españoles consideran que la propagación de enfermedades infecciosas es una de las principales amenazas para la seguridad del país, por solo un 7,7 por ciento que teme el estallido de un conflicto armado.

Por Daniel Martín*

Estos datos emergen de un estudio sobre la cultura de la defensa en España, publicado este martes por la Fundación Alternativas. Entre las amenazas más mencionadas por los 800 ciudadanos consultados en esta encuesta se encuentran también la del terrorismo internacional (42 por ciento), el cambio climático (40,8 por ciento), los ciberataques (32,8 por ciento), los flujos migratorios (31 por ciento) y la polarización política interna (24,8 por ciento).

En cambio, la percepción de las grandes potencias militares como una amenaza es mucho menor. Incluso con el sonido de los tambores de guerra resonando en el este de Europa –la encuesta se llevó a cabo entre el 27 de diciembre y el 14 de enero– solo un 5,8 por ciento se siente amenazado por la influencia de Rusia y un 5,5 por ciento por la de EEUU.

De hecho, entre los españoles está mucho más extendida la percepción como amenazas de China (10,3 por ciento), las armas nucleares (13,7 por ciento) o la inestabilidad en el norte de África (17,3 por ciento).

AUMENTAR EL GASTO

Este informe llega en el arranque de un año clave para la seguridad europea, en medio de las discusiones sobre la brújula estratégica de la UE y en vísperas de la cumbre de la OTAN de Madrid, donde se aprobará el próximo concepto estratégico de la Alianza Atlántica.

Pese a ello, la encuesta confirma que la ciudadanía se encuentra muy alejada de estos debates: más de un 60 por ciento admite que están poco o nada informados sobre cuestiones de defensa.

Un porcentaje similar (58,8 por ciento) considera que España debería reforzar sus capacidades defensivas propias –es decir, independientemente de las alianzas con otros países– aunque ello implique un mayor gasto público, algo que según los autores del estudio responde a la evolución del concepto seguridad ante la proliferación de nuevas amenazas.

“Generalmente los ciudadanos son escépticos a aumentar el gasto en defensa, pero desde el momento en que la defensa se entiende no como una cuestión de conflictos armados sino de protegerse frente a amenazas más amplias, como el cambio climático o las pandemias, el apoyo a una mayor defensa es muy superior”, señaló durante la presentación del informe Belén Barreiro, presidenta de la empresa demoscópica 40dB, encargada de realizar el estudio.

MÁS EUROPEÍSTAS QUE ATLANTISTAS

En lo referente a las alianzas militares, un 61,7 por ciento considera que España debería seguir confiando en la OTAN como garante de seguridad. No obstante, existe un acuerdo todavía más amplio respecto a la necesidad de que la Unión Europea gane independencia en temas de seguridad.

De hecho, al ser preguntados sobre cuál es la institución con más capacidad para defender al país, los españoles depositan su confianza en la Unión Europea (24,9 por ciento) por delante de la OTAN (17,8 por ciento) y del propio Estado español (12,6 por ciento). Al mismo tiempo, un 22 por ciento dice confiar en todas por igual y un 13,5 por ciento no lo hace en ninguna.

“Esa visión se ajusta un poco a la oficial. Uno de los pilares de nuestro sistema defensivo es lo que se llama el multilateralismo eficaz […] Se reconoce la necesidad de tener una serie de capacidades autónomas, pero que nos veamos solos ante una amenaza se ve como una excepción, siempre intentamos afrontarlas en el marco de las grandes organizaciones internacionales”, explica el coronel José Luis Calvo, director de la división de Estudios de la Secretaría General de Política de Defensa, presente durante la presentación del informe.

En cuanto a los planes para crear brigadas europeas, la eventual participación de España en este proyecto encuentra un apoyo mayoritario: un 64,8 por ciento lo apoyaría “mucho o bastante” por un 23,7 por ciento que lo haría “poco o nada”.

El apoyo a una defensa genuinamente europea no va en detrimento de la confianza hacia la OTAN, pero sí queda clara la apuesta de los españoles por la autonomía estratégica, ya que un 74,4 por ciento defiende tener “mayor coordinación entre los Estados miembros de la Unión Europea y menor dependencia de EEUU”.

*Sputnik