El excomandante en jefe del Ejército chileno Óscar Izurieta (2006-2010) reconoció ante la Justicia haber desviado dinero fiscal de la institución para financiar ilegalmente al dictador Augusto Pinochet y a su familia, informó el martes el diario local La Tercera.

“El excomandante el jefe Óscar Izurieta reconoció que durante su mandato se usó dinero del Ejército para mantener a Augusto Pinochet y a su familia”, consignó el medio.

Su declaración se conoció en el contexto del caso denominado “Milicogate”, donde Izurieta y más de 50 autoridades del Ejército están siendo investigadas por defraudar a la institución con más de 6.300 millones de pesos (7,8 millones de dólares).

En el interrogatorio, Izurieta reconoció que parte del dinero robado se usó para mantener al dictador mientras estaba vivo (falleció en diciembre de 2006) y, posteriormente, a su viuda, Lucía Hiriart y a sus hijos.

“El general Pinochet gastaba mucha plata porque era una persona que mucha gente hubiese querido que muriera antes de su muerte natural, había mucha animadversión contra él y por eso había que cuidarlo”, dijo el exuniformado en la declaración que se filtró a los medios.

Izurieta explicó que gran parte del dinero se gastó en escoltas, médicos, enfermeros, choferes y un equipo especial para cuidar a Pinochet.

Además, reveló que gran parte de los gastos del funeral se costearon con dinero fiscal, como los arreglos florales, las placas conmemorativas y gestiones relacionadas a la ceremonia.

Izurieta se encuentra actualmente en prisión preventiva a la espera del juicio, acusado específicamente de malversación de fondos públicos y falsedad de documento militar.

Durante la dictadura de Pinochet cerca de 28.000 personas fueron torturadas, 3.197 fueron asesinadas y unas 200.000 fueron obligadas al exilio, según cifras oficiales.

Sputnik