Corrupción, cremas y cárcel: 27 años de gobierno del PP en Madrid marcados por los escándalos

El Partido Popular lleva gobernando la Comunidad de Madrid ininterrumpidamente desde 1995, pero en todos estos años siempre ha supuesto un quebradero de cabeza para la dirección nacional de Génova, como está ocurriendo ahora con la guerra entre Pablo Casado y Teodoro García Egea contra Isabel Díaz Ayuso. Y es que los diferentes presidentes que han ido pasando por la Puerta del Sol se han visto envueltos en polémicas.

El primer presidente popular de la comunidad madrileña fue Alberto Ruiz-Gallardón, que obtuvo la mayoría absoluta en 1995 y 1999. Cuatro años después, el PP decidía que se pasara a la política municipal como candidato a la alcaldía de la capital y elegía a Esperanza Aguirre para optar a la región. Fue el inicio de una rivalidad histórica entre ambos dirigentes.

Alberto Ruiz-Gallardón y Esperanza Aguirre en una imagen de archivo. (Foto: Quim Llenas / Cover / Getty Images).
Alberto Ruiz-Gallardón y Esperanza Aguirre en una imagen de archivo. (Foto: Quim Llenas / Cover / Getty Images).

Gallardón arrasó en las municipales de la capital y Aguirre también conseguía presidir la Comunidad, aunque esta no lo logró a la primera. Y es que las elecciones tuvieron que repetirse en octubre de ese 2003 tras el episodio conocido como Tamayazo, que ocurrió en la Asamblea de Madrid el 10 de junio de 2003.

Dos diputados socialistas, Eduardo Tamayo y María Teresa Sáez, impidieron con su ausencia en la segunda votación la elección de Rafael Simancas como presidente de la Comunidad. Desde el PSOE les acusaron de participar en una trama urbanística para beneficiar al PP, mientras que para los populares se trató de un caso de transfuguismo debido a las divisiones internas de la izquierda. En la repetición electoral, Aguirre obtuvo mayoría absoluta.

Los diputados tránsfugas del PSOE Eduardo Tamayo y María Teresa Saez. (Foto: Javier Soriano / AFP / Getty Images).
Los diputados tránsfugas del PSOE Eduardo Tamayo y María Teresa Saez. (Foto: Javier Soriano / AFP / Getty Images).

Como decíamos, Aguirre y Gallardón mantuvieron una gran rivalidad desde sus respectivos cargos, especialmente por la pugna interna por presidir el partido después de que Mariano Rajoy perdiera las generales de 2008 frente a José Luis Rodríguez Zapatero. En ese contexto, se produjo otro presunto caso de espionaje como el que ahora aseguran algunas informaciones que habría tenido lugar en el PP.

Presuntamente, entre marzo y mayo de 2008, agentes de la Policía Nacional y de la Guardia Civil vigilaron a políticos del PP, como el ex vicepresidente segundo de la Comunidad de Madrid, Alfredo Prada, o el ex vicealcalde de Madrid, Manuel Cobo, con fondos del Gobierno regional de Aguirre.

El propio Cobo bautizó aquel caso como la Gestapillo y Aguirre siempre defendió que “jamás” ordenó ni supo de esos seguimientos. El escándalo acabó años después en los tribunales, aunque los principales imputados fueron absueltos.

Manuel Cobo, exvicealcalde de Madrid. (Foto: Juan Naharro Gimenez / Getty Images).
Manuel Cobo, exvicealcalde de Madrid. (Foto: Juan Naharro Gimenez / Getty Images).

Mientras, Aguirre seguía obteniendo mayorías absolutas, pero no cesaban los escándalos dentro del PP de Madrid. Su gente de confianza se vio salpicada por los casos Gürtel, Lezo o Púnica y la expresidenta fue acusada también de financiar ilegalmente su partido o de favorecer a su familia en negocios urbanísticos.

Con su imagen desgastada, dimitió en septiembre de 2012 asociándolo a los problemas de salud que había tenido y a acontecimientos personales. Volvió, sin embargo, después a la política para intentar ser alcaldesa de Madrid, aunque no lo consiguió.

Dos de sus principales hombres de confianza, Francisco Granados e Ignacio González, acabaron incluso en prisión. Este último lo hizo precisamente después de ser el sucesor de Aguirre al frente de la Comunidad de Madrid en 2012. No llegó a presentarse a las elecciones de 2015, ya que el PP prescindió de él debido al caso de su ático en Estepona. Acabó detenido en 2017 acusado de los delitos de organización criminal, prevaricación, malversación, cohecho, blanqueo, fraude y falsificación documental.

Ignacio González y Esperanza Aguirre en una imagen de 2013. (Foto: Europa Press / Getty Images).
Ignacio González y Esperanza Aguirre en una imagen de 2013. (Foto: Europa Press / Getty Images).

En lugar de a González, el PP eligió como candidata para las autonómicas de 2015 a Cristina Cifuentes, que había sido delegada del Gobierno en Madrid. Los populares sufrieron una caída importante, pero pudieron seguir gobernando gracias a Ciudadanos.

A principios de 2018 salió a la luz el caso Máster, un presunto escándalo de corrupción académica por el cual Cifuentes habría obtenido su título de Máster en Derecho Autonómico por la Universidad Rey Juan Carlos de forma fraudulenta.

Pese al escándalo Cifuentes siguió en su cargo, pero acabó dimitiendo solo unos meses después tras filtrarse un vídeo de 2011 en el que era cazada por un vigilante de seguridad de un supermercado de Vallecas por haberse guardado en el bolso, supuestamente, dos cremas antiarrugas.

Cristina Cifuentes declarando en la Comisión de Investigación del caso Máster en la Asamblea de Madrid. (Foto: Jesus Hellin / NurPhoto / Getty Images).
Cristina Cifuentes declarando en la Comisión de Investigación del caso Máster en la Asamblea de Madrid. (Foto: Jesus Hellin / NurPhoto / Getty Images).

A Cifuentes la sustituyó el que era su vicepresidente, Ángel Garrido, quien dejó el cargo en 2019 para ir en las listas del PP a las elecciones al Parlamento Europeo y después se pasó a Ciudadanos.

De manera interina hasta las siguientes autonómicas Pedro Rollán fue el presidente de la Comunidad y Casado sorprendió después eligiendo como candidata para las elecciones de 2019 a una hasta entonces prácticamente desconocida Isabel Díaz Ayuso. Era una persona de máxima confianza, pero se trataba de una apuesta arriesgada. Pese a las dudas, acabó convirtiéndose en presidenta gracias a los pactos con Ciudadanos y al apoyo externo de Vox.

A partir de entonces la popularidad de Ayuso fue creciendo y en 2021 rompió con Ciudadanos y convocó nuevas elecciones que le permitieron gobernar en solitario.

Teodoro García Egea, José Luis Martínez-Almeida, Isabel Díaz Ayuso y Pablo Casado. (Foto: Pierre-Philippe Marcou / AFP / Getty Images).
Teodoro García Egea, José Luis Martínez-Almeida, Isabel Díaz Ayuso y Pablo Casado. (Foto: Pierre-Philippe Marcou / AFP / Getty Images).

A medida que crecía su popularidad, aumentaba también la rivalidad entre la presidenta y la dirección nacional de Génova, que ha culminado con el caso del presunto cobro del hermano de Ayuso de una comisión tras la compra de unas mascarillas por parte de la Comunidad y el presunto caso de espionaje al entorno de la presidenta por parte de la dirección del partido.

TresB

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