Rusia denunció ante el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) los ataques ucranianos contra la central nuclear de Zaporizhzhia y espera que la agencia reaccione a esos sucesos, declaró a los periodistas la portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, María Zajárova.
«Ya hemos recurrido a la dirección de la secretaría del OIEA a causa del incidente y esperamos una debida reacción por parte de la agencia», dijo.
La diplomática recordó que el lunes y el miércoles los militares ucranianos atacaron con drones la zona de la central nuclear Zaporizhzhia.
Estos ataques, continuó, «demuestran la intención de las autoridades ucranianas de crear requisitos previos para una catástrofe nuclear no solo en su territorio, sino en toda Europa».
«La responsabilidad sobre las posibles consecuencias de esta conducta del régimen de Kiev (recaerá) tanto en Ucrania, como en los Estados que prestan apoyo militar al régimen criminal de (el presidente de Ucrania, Vladímir) Zelenski», subrayó la vocera.
Asimismo llamó a identificar y castigar a los que son culpables de estos ataques y otros crímenes cometidos.
Según las autoridades locales, once empleados resultaron heridos por el ataque del lunes, pero los reactores permanecen intactos y la planta sigue funcionando de manera normal.
La central nuclear de Zaporizhzhia, la mayor de Europa, actualmente está bajo el control de las Fuerzas Armadas de Rusia. El Ministerio de Exteriores ruso alegó que la protección de la planta, operada por una empresa ucraniana, persigue evitar fugas de materiales nucleares y radiactivos.
La central nuclear de Zaporizhzhia cuenta con seis reactores de agua presurizada del modelo VVER-1000 y tiene una capacidad total de 6000 MW.
Las primeras cuatro unidades generadoras se pusieron en marcha en el período de 1984 a 1987; la quinta, en 1989, y la sexta, en 1995. (Sputnik)