Con la colocación de ofrendas florales a nombre del pueblo de Cuba en el Callejón del Muro, donde hace 65 años asesinaron a Frank País y Raúl Pujol, los santiagueros recordaron hoy a los valerosos jóvenes.
El Comandante de la Revolución y viceprimer ministro Ramiro Valdés, acompañado por las principales autoridades del territorio, presenció la reedición de los sucesos del 30 de julio de 1957, cuando ambos revolucionarios fueron ultimados por los esbirros de la tiranía batistiana, víctimas de una delación.
Pioneros, combatientes y población en general realizaron una pequeña caminata hasta la Placita de Santo Tomás, escenario de encuentro y conspiración de los bisoños de la época.
En ese sitio histórico de la urbe indómita adolescentes y jóvenes recibieron el carné que los acredita como miembros de la Unión de Jóvenes Comunistas y del Partido Comunista de Cuba.
Suniel Johnson, médico y diputado por la Ciudad Héroe a la Asamblea Nacional del Poder Popular, en representación de los indómitos mencionó que como hace 65 años atrás, en esta jornada miles de santiagueros honran a sus mártires con trabajo duro y resistencia.
Pese al bloqueo económico, comercial y financiero del gobierno de los Estados Unidos, la inclusión en la lista de países patrocinadores del terrorismo y los constantes intentos de desacreditarnos ante el mundo, Cuba sobresale en el bando de los honestos y perseverantes, afirmó.
Los jóvenes de hoy enarbolan las banderas del socialismo con inquebrantable fe en el futuro, sin importar cuán difícil sea el reto ni el tamaño de los desafíos en cada tarea encomendada, inspirados en el ejemplo de las anteriores generaciones, enfatizó.
En el Día de los Mártires de la Revolución, el homenaje del General de Ejército Raúl Castro, del Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, del presidente del Parlamento, Esteban Lazo, y de todo el país, también llegó al cementerio patrimonial Santa Ifigenia.
Los tributos florales fueron depositados en el panteón de los Mártires del 26 de Julio y en la tumba donde reposan los restos del maestro normalista que, con solo 22 años de edad, ganó la admiración de todo su pueblo.
Para rememorar la historia del joven coordinador de la lucha clandestina y sus compañeros, las autoridades del territorio visitaron, además, la Casa Museo Frank País, donde nació y vivió el joven líder hasta su asesinato.
ACN
