El jefe del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, expresó este sábado su preocupación por el bombardeo de la central nuclear de Zaporizhzhia, según revela un comunicado difundido por la organización.
Las tropas ucranianas bombardearon el viernes con medios de artillería el territorio de la central nuclear de Zaporizhzhia, situado en Energodar, y lanzaron 20 proyectiles de 152 milímetros, destacó el Ministerio de Defensa ruso. El bombardeo provocó un incendio en un gasoducto de hidrógeno, extinguido rápidamente por los servicios de emergencia.
«Estoy extremadamente preocupado por el bombardeo de ayer, perpetrado contra la central nuclear más grande de Europa, lo que subraya un peligro muy real de una catástrofe nuclear», dijo Grossi, cuyas palabras se citan en el comunicado.
Según el jefe del OIEA, las acciones militares que ponen en peligro la seguridad de la central nuclear de Zaporizhzhia son «completamente inaceptables y deben prevenirse a toda costa».
Moscú tilda de acto de terrorismo ataques de Kiev contra central nuclear de Zaporizhzhia
El bombardeo perpetrado por las tropas de Kiev contra la central atómica de Zaporizhzhia representa un acto de terrorismo nuclear, declaró este sábado el jefe del Centro para la Gestión de la Defensa de Rusia, el coronel general Mijaíl Mízintsev.
El oficial recordó que el 5 de agosto los nacionalistas ucranianos lanzaron un ataque de artillería contra el territorio de la central nuclear de Zaporizhia, dañando dos líneas de transmisión de alta tensión y un gasoducto de hidrógeno. Más de 10.000 habitantes de la región se quedaron sin luz y sin agua.
«De acuerdo con la convención internacional, aprobada por la resolución de la Asamblea General de la ONU el 13 de abril de 2005, estas acciones criminales de las autoridades ucranianas son consideradas como terrorismo nuclear», dijo Mízintsev.
El representante del Ministerio de Defensa ruso subrayó que, en caso de que en la central ocurriera una catástrofe, sus consecuencias serían mucho más graves que las de Chernóbil.
Según el oficial, en la zona de contaminación por radiación abarcará Kiev, Járkov, Poltava, Jersón, Odesa, Nikoláyev, Kirovograd, Vinnitsia, las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk, las regiones fronterizas de Rusia y Bielorrusia, así como Moldavia, Bulgaria y Rumanía.
«La situación puede agravarse seriamente por las condiciones climáticas adversas y la central nuclear del sur de Ucrania y el almacenamiento de combustible nuclear en la central nuclear de Chernóbil, así como las arterias de agua entrarían en la zona de posible contaminación», agregó el general.
En su opinión, en ese caso «el mar Negro y el estrecho del Bósforo se volverían inapropiados para la navegación durante mucho tiempo. Las costas de Turquía, Georgia, Abjasia, Bulgaria y Rumanía serían afectadas por altos niveles de radiación».
«Al mismo tiempo, el personal de la ONU continúa creando obstáculos para una investigación internacional objetiva del estado de la central nuclear de Zaporizhzhia por parte de la dirección del OIEA», denunció.
Mízintsev hizo hincapié en que esa no es la primera provocación de ese tipo de Kiev efectuada contra objetivos con peligro de radiación.
«El bombardeo del territorio de la central nuclear de Zaporizhzhia por parte de las formaciones armadas ucranianas es intencional y reiterado, se crea una amenaza real para la seguridad nuclear no solo de Ucrania, sino también de Europa», subrayó el general.
Mízintsev también pidió a las Naciones Unidas, al OIEA y a otras organizaciones internacionales que condenaran los actos criminales de las autoridades de Kiev y tomaran medidas urgentes para evitar provocaciones en lugares peligrosos de Ucrania.
La víspera como resultado del ataque se quedaron sin energía eléctrica los equipos de la unidad generadora número tres de la central y cayó la potencia de la unidad generadora número cuatro.
La central nuclear de Zaporizhzhia actualmente está bajo el control de las Fuerzas Armadas de Rusia. El Ministerio de Exteriores ruso alegó que la protección de la planta, operada por una empresa ucraniana, persigue evitar fugas de materiales nucleares y radiactivos.
Después del inicio de la operación militar especial de Rusia en Ucrania, el pasado 24 de febrero, las fuerzas rusas tomaron bajo su control dos de las cinco centrales nucleares del territorio ucraniano: la de Chernóbil (desactivada), escenario del accidente nuclear más grave de la historia que se produjo el 26 de abril de 1986, y la de Zaporizhzhia.
