El café es una de las bebidas más populares del mundo, pero ahí radica el gran problema: su producción ahora está amenazada. Las variedades de café más populares, Arábica y Robusta, eran demasiado vulnerables a los desastres climáticos. Por desgracia, el té también está en peligro de extinción, por lo que la humanidad tiene pocas opciones; lo más probable es que tengamos que cambiar a “Liberica”, el café de Liberia. O mejor dicho, su variedad silvestre “excelsa”.

La paradoja del café es que se invirtió muy poco dinero en su selección y desarrollo de plantaciones. La gente utilizó activamente este regalo de la naturaleza e invirtió mucho más en transporte, procesamiento y comercialización que en la creación de nuevas variedades útiles. Como resultado, actualmente no tenemos ni la capacidad científica ni económica en esta área para enfrentar la amenaza inminente de una escasez mundial de café.

Liberica

Liberica es una variedad antigua que se conoce desde hace más de 300 años, mientras que “excelsa” se conoce desde principios del siglo XX. Es una planta sin pretensiones que resiste con éxito muchas de las enfermedades inherentes a otros tipos de café. Al mismo tiempo, sus cualidades de sabor son bastante altas, aunque son inferiores al líder de Arábica. Dependiendo de la región de crecimiento, la bebida puede tener muchos matices de sabores.

Por desgracia, Liberica tiene dos grandes inconvenientes. En primer lugar, sus granos tienen una cáscara dura, lo que complica mucho su procesamiento. En segundo lugar, el contenido de cafeína de los frijoles varía mucho y generalmente es bajo, por lo que llamar a una bebida Liberica “vigorizante” es problemático. Por otro lado, “excelsa” crece con éxito en la naturaleza sin ningún cuidado, por lo que si la gente sigue queriendo tomar café por la mañana, es posible que no haya muchas opciones.

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