Ingenieros de la Universidad Politécnica del Noroeste en Xianyang (RPC) han presentado un dron que, una vez despega, teóricamente ya no puede aterrizar. El secreto de tales capacidades fenomenales radica en el sistema de carga remota de un láser montado en tierra que rastrea la aeronave.

El “tanque de combustible” del dron en este caso es un convertidor fotoeléctrico instalado en él, que captura la energía del láser. Hasta el momento, su eficiencia energética es baja. Sin embargo, con electricidad disponible y barata, esto realmente no importa, y el dron puede “colgarse” sobre el suelo indefinidamente.

Y, sin embargo, los chinos no son los primeros aquí. Hace once años, PowerLight (Washington, EE.UU.) introdujo un sistema de carga LaserMotive similar, que logró mantener el UAV en el aire durante dos días.

En el futuro, estos sistemas láser permitirán que los drones vuelen a altitudes mucho mayores y creen plataformas aéreas estables, como satélites de órbita baja.

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