Tercer paciente curado de VIH en el mundo después de un trasplante de células madre
Se trata del conocido como paciente de Düsseldorf, que se suma a los de Berlín y Londres, gracias a una mutación genética.
Cuatro años después del tratamiento, el virus no ha reaparecido y no hay respuesta del sistema inmunitario a la infección.
Una tercera persona se ha curado del VIH, después de un trasplante de células madre para tratar una leucemia mieloide. Se trata del conocido como paciente de Düsseldorf, que se suma a los de Berlín y Londres, según el estudio publicado en la revista Nature Medicine por el consorcio IciStem, coordinado por el catalán IrsiCaixa, Institut de Recerca de la Sida.
Como en los otros dos casos anteriores, al paciente —un varón que prefiere preservar su identidad— se le retiró el tratamiento antirretroviral contra el VIH de forma supervisada tras someterse al trasplante de células madre, que incluían una mutación genética. Cuatro años después, el virus no ha reaparecido ni en sangre ni en tejidos y tampoco queda rastro de respuesta del sistema inmunitario a la infección, lo que permite hablar de “curación”.
La clave: una mutación genética resistente al virus
En 2008, un equipo médico de la ciudad alemana diagnosticó la infección por el VIH a una persona que, más adelante, sería conocida como el paciente de Düsseldorf por su singularidad. Este inició el tratamiento antirretroviral, que le permitió controlar la infección y reducir la cantidad de virus hasta niveles indetectables en la sangre.
Cuatro años más tarde, desarrolló el cáncer hematológico y para tratarlo, los investigadores buscaron un donante que, además de ser compatible a nivel sanguíneo para evitar el rechazo, contara con una mutación genética resistente al virus, CCR5Δ32. Esta alteración hace que el organismo no produzca una de las puertas de entrada del VIH en las células y, por tanto, dificulta la infección.
La idea es que, si queda algún vestigio de virus en el organismo y vuelve a intentar multiplicarse, no tenga esa vía de entrada a las células y así no pueda llegar a llevar a cabo la infección. La dificultad está en conseguir los dos factores a la vez: compatibilidad y mutación, cuando solo un 1% de la población tiene esta última. Una mujer donante permitió el éxito en Düsseldorf.
Más de 5 años después del trasplante, y habiendo pasado por dos recaídas de la leucemia y varias complicaciones, el paciente se estabilizó. Se decidió de forma consensuada con el paciente parar el tratamiento y hoy, cuatro años después, vemos que el virus no ha vuelto a multiplicarse y no lo detectamos ni en células de la sangre ni en tejidos. Además, sus anticuerpos anti-vih, que sirven para diagnosticar la infección, también han desaparecido con el tiempo: A día de hoy, esta persona tiene niveles de anticuerpos iguales a una persona VIH negativa. El paciente de Düsseldorf tiene 53 años y está en buen estado de salud.
Sucedió igual con los otros dos casos de cura confirmados: el paciente de Berlín (Timothy Ray Brown, que falleció por cáncer en 2020) y el paciente de Londres (Adam Castillejo). Gracias a su experiencia, todos estos datos permiten al equipo científico afirmar que la persona se ha curado de la infección por el VIH.
Posibles casos en Nueva York y California
En Nueva York y California, además, pronto podrían confirmarse otros dos pacientes curados tras un trasplante, de acuerdo con las informaciones que han ido desvelando los equipos científicos, aunque sin incluir todavía todas las pruebas necesarias.
Estos se diferencian de quienes han alcanzado la llamada “cura funcional”. Son los pacientes conocidos como “controladores de élite”, personas infectadas por el VIH que pueden controlar de forma espontánea la replicación viral y no muestran síntomas de la infección a pesar de no tomar antirretrovirales.
Pese a lo esperanzador de estas noticias, la estrategia del trasplante de células madre no es escalable al resto de la población porque es muy agresivo y solo se aplica a personas que sufren una enfermedad hematológica y no tienen alternativa terapéutica.
En cualquier caso, para las personas con VIH, sí existe una alternativa para que la infección quede reducida a una condición crónica: el tratamiento antirretroviral consigue que el virus sea indetectable e intransmisible.
RTVE