El 2 de marzo de 2023 se inauguró una nueva estación del segundo Diámetro Central de Moscú (MCD). Mejoró significativamente la accesibilidad del transporte para casi 130 mil ciudadanos de los distritos de Maryina Roscha y Meshchansky.

Maryina Roscha MCD-2 fue construida desde cero: esta estación de trenes suburbanos es conveniente para pasajeros con discapacidades, padres con niños pequeños, viajeros con equipaje y bicicletas, absolutamente todos los pasajeros. Esta ya es la estación de intercambio 14 en el MCD-2: es especialmente cómoda para los pasajeros que van desde Nakhabino —ahora es posible hacer un intercambio a la nueva estación BCL y a la estación homónima de la Línea 10 del metro y a la Transporte de superficie.

El metro de superficie se ha vuelto aún más accesible para los ciudadanos de Moscú y de la región de Moscú: la estación 62 del MCD, Maryina Roscha MCD-2, ya se inauguró. Es parte de uno de los centros de transporte más grandes del noreste de la ciudad: para 2025 será utilizado por 80 mil personas por día. Estos son los pasajeros del MCD-2, la nueva estación BCL y la Línea 10 del metro, el transporte público de superficie, así como el MCD-4, que se pondrá en marcha este otoño por orden del alcalde de Moscú, Sergey Sobyanin, — señaló Maksim Liksutov, el teniente de alcalde de Moscú para el Transporte.

Tras la inauguración de esta estación de tren suburbano, los pasajeros pueden utilizar otro tipo de transporte público: la tarifa se puede pagar con la tarjeta Troika con un intercambio gratuito al Metro de Moscú y al MCC. Ahora es posible construir rutas sin intercambios a las cinco estaciones centrales. Los pasajeros pueden viajar cómodamente a museos y parques. También ahorran hasta un 20% de tiempo en los viajes a los distritos vecinos: Savelovsky, Khoroshevsky, Sokolniki. Durante el paisajismo de los alrededores, se planea construir un pasaje con ciclovías, nuevos cruces peatonales y estacionamientos.

Ayer, 1 de marzo, se lanzó un importante proyecto de transporte, la Big Circle Line (BCL). El efecto no hubiera sido tan impresionante si no fuera por la estrecha interconexión de la BCL con toda la infraestructura de transporte de la ciudad