La migración, el tráfico de drogas y armas deterioran la relación de México y EEUU
EEUU y México aumentan sus desacuerdos sobre el combate al tráfico ilegal de drogas, armas y extranjeros, agravados por la crisis por sobredosis del opiáceo sintético fentanilo, asesinatos en la frontera y la reciente muerte de 39 migrantes en un incendio de un centro de detención fronteriza.
“El accidente en el centro de detención en Ciudad Juárez es claramente un asunto criminal, que se está investigando y me gustaría ver una respuesta contundente en el caso mexicano” dijo la investigadora Leticia Calderón Chelius, especialista en migración y la seguridad bilateral en el Instituto de Investigaciones Históricas “José Maria Luis Mora”.
Por Víctor Flores García
La politóloga doctorada por la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales considera que se ha extendido una crítica muy fuerte a la política migratoria de México, pero sobre todo al trato que se debe ofrecer a las personas migrantes por parte de las autoridades.
“Esta tragedia abrió una cloaca tremenda que pone una presión muy fuerte para el Gobierno mexicano, porque no es cualquier tema”, que vaya tener efectos pasajeros, advierte la investigadora.
TEMA DE AGENDA ELECTORAL
La coordinadora del Grupo contra la Xenofobia de la Red Integra, y directiva del patronato de la asociación civil Sin Fronteras, considera sin embargo que el tema se politiza hacia las próximas elecciones presidenciales en México y EEUU, en julio y noviembre, respectivamente.
“Al mismo tiempo la crisis migratoria desencadena un golpeteo interno en materia electoral, que también podría ser utilizado por la parte estadounidense”, advierte la analista.
Los meses que se avecinan, la agenda internacional estará dominada por una disputa por la narrativa del combate al crimen organizado, que México y EEUU inscriben en el denominado Entendimiento Bicentenario, firmado en 2021 y evaluado a finales de 2022.
“Estamos tocando un punto en el cual México está centrado en la discusión de temas en los cuales siempre dominó la narrativa construida por EEUU”, comenta Calderón Chelius.
Washington califica y evalúa a los países mediante un informe anual del Departamento de Estado, que encabeza el encargado de la diplomacia, Antony Blinken, que este año ha sido rechazado por México.
El balance del entendimiento binacional arrojó que fueron confiscadas más de 32.000 armas, que habrían llegado al crimen organizado, se interceptaron 17 millones de cartuchos en 2022.
Como consecuencia, de más de 36.000 muertes violentas registradas en 2021, los homicidios dolosos se redujeron en casi 10 por ciento en 2022.
Las drogas ilegales interceptadas incluyen 94 toneladas de cocaína, la mayoría en el mar, pero en EEUU murieron 108.000 personas por consumo de fentanilo.
La relación se enturbió más cuando senadores del opositor Partido Republicano propusieron designar como “terroristas” a las mafias narcotraficantes para que las Fuerzas Armadas estadounidenses puedan combatirlas y esgrimen que hasta la tercera parte del territorio mexicano está bajo control de organizaciones criminales.
“Cuando empieza esta presión por algunos legisladores del Partido Republicano estadounidense, es interesante la respuesta mexicana al extender la idea de que una organización criminal no tiene geografía y su territorio principal es EEUU”, comenta la experta.
NUEVA NARRATIVA MEXICANA
México, ante el tema del fentanilo, que causó en 2022 más de 100.000 decesos por sobredosis en EEUU, dijo que “es un daño que se concentra en la sociedad estadounidense, por responsabilidad de actores de ese país”, reseña la autora.
Esa polémica sobre el combate al narcotráfico data de décadas anteriores, pero la postura manifiesta del presidente Andrés Manuel López Obrador en voz alta es un cambio importante.
“México tiene una legitimidad que antes no ha tenido ese mismo discurso: la defensa discursiva en la narración gubernamental cambia las reglas del juego regional”, opina la analista.
López Obrador ha llegado incluso a plantear la prohibición del uso clínico del fentanilo en cirugías y atención del dolor de pacientes en fase terminal, como el cáncer, y reemplazarlo por la creación de un nuevo medicamento que todavía no existe y deberían de buscar los científicos.
“El consumo irracional que mata miles de estadounidenses puede encararse de otra forma, aunque sea secundario si se descubre un reemplazo, el Gobierno de México se atreve a proponer una lectura distinta hacia un nuevo horizonte”, prosigue la entrevistada.
Existen otros temas de discordia: el combate al masivo tráfico ilegal de cientos de miles de armas; el incumplimiento de los acuerdos comerciales, consultas sobre presuntas violaciones a las multimillonarias inversiones en energías verdes (eólica y solar) y agroindustria, los acuerdos sobre el agua en las ciudades fronterizas…
Así se redefine la compleja agenda histórica de dos países que comparten casi 3.200 kilómetros de fronteras terrestres, sin contar los límites marítimos y son los más grandes socios comerciales del continente.
La integración de México a Norteamérica lo convirtió en potencia exportadora: en 2022 vendió al exterior mercancías por casi 580.000 millones de dólares, más que toda América Latina y el Caribe juntos: el 82 por ciento fue dirigido a la economía estadounidense, sobre todo manufacturas.
Y sus importaciones totales sumaron poco más de 600.000 millones de dólares el año pasado, un aumento de 20 por ciento, también procedentes de EEUU en su inmensa mayoría