Estados Unidos debe responder ante la Asamblea General por incumplir las resoluciones del Consejo de Seguridad, como las relativas a Palestina, el Sáhara Occidental, el acuerdo de Kosovo, el programa nuclear iraní y los tratados de Minsk, declaró el canciller ruso, Serguéi Lavrov.

“El incumplimiento de las resoluciones adoptadas por el Consejo de Seguridad ya es una violación de la Carta. En mi opinión, el artículo 25 que obliga a todos a cumplir las decisiones del Consejo de Seguridad. Quizá sea hora de que quienes entierran descaradamente las resoluciones adoptadas informen a la Asamblea General”, expresó Lavrov ante el Consejo de Seguridad de la ONU.

Precisó que entre esas resoluciones saboteadas por Occidente están las decisiones sobre Palestina, los Altos del Golán, el Sahara Occidental, el acuerdo de Kosovo, el programa nuclear iraní y, por supuesto, los Acuerdos de Minsk sobre Ucrania.

En sus palabras, los estadounidenses y los europeos “especulan burdamente con la cuestión ucraniana”, intentando atraer a su lado a los países en desarrollo con chantajes y amenazas y desviar así su atención de los problemas de Oriente Medio y otras regiones del Sur Global, “dicen que si derrotamos a Rusia todo se solucionará por sí solo”.

“Washington pretende ser el único patrocinador del proceso de solución de Oriente Medio, sin avergonzarse por el hecho de que hace tiempo que ha perdido la neutralidad y la imparcialidad inherentes a un intermediario honesto, especialmente después de las conocidas decisiones de la Administración [del expresidente estadounidense Donald] Trump que contradicen directamente las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU y que la Administración de [mandatario actual de EEUU] Joe Biden no ha revocado”, subrayó.

Agregó que con ello, las crisis en la que los países en desarrollo llevan mucho tiempo interesados en resolver caen víctimas del doble rasero y de los instintos coloniales de Occidente que está obsesionado por intereses egoístas para dictar sus exigencias al mundo entero, ignorando las culturas y tradiciones de otros pueblos y burlándose en general del derecho internacional.

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