Investigadores de la Universidad RMIT en Australia han desarrollado un nuevo tipo de cápsula para administrar medicamentos a base de proteínas a través del tracto gastrointestinal. Las proteínas no resisten el ambiente ácido del estómago, por lo que necesitan usar una protección compleja especial. Inicialmente, el trabajo se realizó como parte de la lucha contra la diabetes, para reemplazar las inyecciones de insulina simplemente tomando pastillas.

La insulina se coloca en un recipiente especial hecho de nanomaterial a base de lípidos, células grasas. Este, a su vez, está empacado dentro de una cápsula de polímero que resiste la acidez del estómago, pero se disuelve en los intestinos. Esto permite que la insulina pase del estómago a los intestinos, donde se absorbe en el torrente sanguíneo. Y la membrana lipídica sirve para enmascararla y facilitar su penetración a través de las paredes intestinales.

Este tipo de cápsula de transporte es más adecuada para trabajar con versiones de insulina de acción lenta, ya que la insulina hace un viaje largo y lento desde la boca hasta la sangre. La efectividad de una inyección de insulina de este tipo es un 50% mayor que con las inyecciones. Pero lo más importante es que la tecnología resultó ser universal y, después de mejoras, se puede usar con varios tipos de medicamentos, como anticuerpos monoclonales o antibióticos.

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