El hacinamiento en el sistema penitenciario de Francia se agravó en 2002, hasta alcanzar el máximo histórico, advirtió Dominique Simonnot, controladora general de lugares de privación de libertad (CGLPL).

Para el 1 de abril había 73.080 presos en Francia, para un total de 60.899 plazas disponibles, lo que equivale a una tasa de ocupación media del 142,2%, según su informe.

“Los presos están viviendo de a tres por celda, 21 horas al día en menos de un metro cuadrado de espacio habitable por persona, picados por chinches e invadidos por cucarachas y ratas”, señaló Dominique Simonnot.

La inspectora denunció la situación de abandono dentro del sistema penitenciario y criticó al Gobierno por inercia e inacción. Así, las 15.000 plazas adicionales para el año 2022 que se habían prometido en 2017 disminuyeron a 2.000 a finales de 2021.

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