Hace cuatro años, el 20 de mayo del 2019, el actor y cómico ucraniano Volodímir Zelenski prestó juramento como sexto presidente de la nación. Las personas que lo conocieron contaron a Sputnik sobre su espeluznante transformación de comediante popular a, según ellos, manipulador sin escrúpulos y político desquiciado.

Inicialmente alabado por muchos como un nuevo Winston Churchill, el presidente ucraniano Volodímir Zelenski está perdiendo poco a poco su imagen de defensor de Ucrania, afirman los entrevistados.

La prensa occidental escribe ahora sobre sus “instintos agresivos” que contrastan con su imagen pública de “estadista estoico”. También critica los ataques terroristas de Ucrania contra infraestructuras civiles y ciudadanos rusos bajo su Gobierno.

¿Quién en realidad es Volodímir Zelenski y cómo llegó al poder?

Victoria aplastante del “presidente de la paz”

El ascenso de Zelenski al poder fue espectacular. Con cero experiencia en política este hombre de 41 años superó a su rival, el entonces presidente Petró Poroshenko, por un asombroso margen del 49%. El 20 de mayo de 2019, Volodímir Zelenski fue investido como sexto presidente de Ucrania.

“Yo lo llamaría síndrome del electorado desesperado, perdón por esta expresión formal”, comentó a Sputnik Mijaíl Grushevski, artista de teatro y showman, al agregar que la victoria “fue causada por la desesperación absoluta y un sentimiento de angustia”.

“Los ucranianos ya habían experimentado el encanto y la decepción por aquel entonces. Una vez más se engañaron a sí mismos. Y me parece que estaban dispuestos a creer a cualquier estafador”, subrayó Grushevski.

Ucrania sufría una corrupción endémica, luchas políticas internas y la arbitrariedad de ultranacionalistas que aterrorizaban a la población civil en el este y el centro del país. La agenda rusófoba de Kiev, la ruptura de los lazos económicos con Rusia y la falta de voluntad para cumplir los Acuerdos de Minsk y poner fin a las hostilidades en Donbás agotaron a la nación, recuerda.

“[Zelenski] llegó como el presidente de la paz, como un hombre que prometió paz a Donbás y a toda Ucrania. Y recuerdo que todos escuchamos su primer discurso en la Rada [el Parlamento ucraniano], cuando pasó del ucraniano al ruso y dijo que [los habitantes del este de Ucrania] eran ‘nuestro pueblo: son tan queridos para nosotros como los demás ucranianos’. Pero era solo una fachada”, señaló el artista.

Los ucranianos querían a alguien nuevo, subrayó Yuri Kot, decano de la Facultad de Comunicación Audiovisual y Artes Audiovisuales del Instituto Estatal de Cinematografía de Moscú y autor del libro ¡Ucranianos! ¡Somos rusos!

“Pues bien, les dieron un bufón. Y ese bufón no era uno cualquiera (…) utilizó la confianza de la gente con un único fin: llegar al poder, conseguir la máxima fama y una enorme cantidad de dinero, nada más”, manifestó Kot.

Un maestro del disfraz

Zelenski saltó a la fama como showman, actor y cómico, que debe gran parte de su éxito a Rusia y a los beneficios económicos de ser popular en un país tan grande. Él realizó varios programas y series para el público ucraniano y ruso, trabajó como guionista y productor, y tuvo bastante éxito.

Yuri Kot expresó que el actual mandatario de Ucrania era un hombre con una agenda oculta y cuando decía algo no significaba que lo pensara. Recordó un episodio en el que él mismo presentaba un programa y luego hicieron una encuesta no oficial sobre los programas más populares de Ucrania, y el público eligió el programa de Yuri Kot.

“Y recuerdo que en ese momento capté su mirada por el rabillo del ojo, era una mirada aguda y fría. Está claro que este hombre es muy envidioso. No tenía nada que envidiar, siempre tuvo un programa popular, pero así es él, hambriento de éxito, obsesionado con él”, describió Kot.

“No es casualidad que se diga que las apariencias engañan”, señaló el político ucraniano y exdiputado de la Rada Suprema Volodímir Olinik a tiempo de recordar que su primera impresión de Zelenski fue la de un tipo agradable y no agresivo.

“Zelenski es un maestro del disfraz. Ahora se ha metido tan a fondo en ese personaje satánico y se ha creído que todo el mundo le escucha. Su comportamiento grosero con el papa [Francisco] y otros es señal de una enfermedad [del estrellato] del actor”, subrayó.

¿Soñaba entonces Volodímir Zelenski con una carrera política? Es poco probable, argumentó Olinik al añadir que si el presidente ucraniano actual hubiera planeado realmente dedicarse a la política, nunca habría hecho bromas tontas e insultantes sobre Ucrania, ni se habría involucrado en turbios planes financieros que más tarde se convirtieron en su maldición.

“Cuando algunas personas establecen paralelismos diciendo ‘mira, [Ronald] Reagan también era actor’, estas comparaciones son inapropiadas porque Reagan fue un gran actor para el pueblo estadounidense. Era congresista, la gente le veía. Y a [Zelenski] solo se le veía en el escenario, donde bromeaba, donde se burlaba de Ucrania. Y luego llegó directamente a la presidencia. No era ni diputado ni alcalde, así que la gente podía juzgarle por sus hechos. ¿Qué podía hacer, salvo bromas?”, argumentó el ex primer ministro a Sputnik.

¿Presidente marioneta?

Como especificaron los interlocutores de Sputnik, Zelenski nunca fue un político independiente y su presidencia fue un “proyecto” financiado y urdido por poderosos entre bastidores.

“Me resulta difícil juzgar de quién es exactamente el proyecto Zelenski. He oído diferentes versiones que mencionan tanto a la CIA como al MI6 británico. En realidad, es totalmente posible que se trate de ambos. Naturalmente, todo el mundo entiende que detrás de él estaba la figura de un hombre odioso llamado Kolomoiski”, indicó Mijaíl Grushevski.

Yuri Kot detalló que el oligarca ucraniano Íjor Kolomoiski es el hombre que introdujo a Zelenski en la órbita política como su protegido. Al día de hoy, el magnate está siendo investigado por el FBI por delitos financieros. También es tristemente célebre por financiar y apoyar a conocidos batallones neonazis y ultranacionalistas, como los Azov, Aidar, Dnepr 1 y Dnepr 2 en 2014, que aterrorizaban a los rusoparlantes y mantenían centros secretos de tortura en el este de Ucrania.

El grupo paramilitar neonazi ucraniano Azov

El batallón Azov es un grupo paramilitar neonazi ucraniano fundado en mayo de 2014 en la ciudad de Mariúpol, en la zona costera del mar de Azov, del que toma su nombre. Su fundación se realizó bajo el patrocinio del entonces ministro del Interior ucraniano, Arsén Avákov.

El grupo alistó a todo tipo de radicales ultranacionalistas que participaron en el golpe de Estado del 2014 en Kiev. Su emblema oficial está compuesto por el Wolfsangel y el Sol negro, utilizados por la Alemania nazi.

Es reconocido en Rusia como una organización terrorista y extremista, y su actividad está prohibida.

Fue la serie televisiva Servidor del pueblo, presentada en el canal 1+1 de Kolomoiski, la que resultó decisiva para la carrera política del actual presidente ucraniano. La serie fue creada por Zelenski, que interpretaba a un profesor de historia de una escuela de Kiev que accidentalmente se convierte en presidente de Ucrania y se embarca en una misión para luchar contra la corrupción. La historia resonó entre los ucranianos y rápidamente se hizo popular.

Cuando el 31 de diciembre de 2018 Zelenski anunció su intención de presentarse a la presidencia, no se había percibido como algo descabellado. Algunos ucranianos creían que lucharía por el hombre común mientras otros estaban dispuestos a votar a cualquiera menos a Poroshenko, explicaron los interlocutores de Sputnik.

¿Por qué Zelenski no se convirtió en un presidente de paz?

“Era un juego. [La excanciller alemana Angela] Merkel dijo: ‘Sabía que no lo cumpliríamos [los Acuerdos de Minsk]’. Poroshenko afirmó: ‘Firmamos, pero sabíamos que no lo cumpliríamos’. Le dijeron a Zelenski: ‘Basta. No te atrevas a reunirte con Putin’. ¿Por qué le prohibieron reunirse con Putin? ¿Podía reunirse? Podía. Le ordenaron guardar silencio, rearmarse y prepararse”, declaró Olinik.

Desde el punto de vista del político ucraniano, Zelenski pasó a formar parte de un juego geopolítico más grande que comenzó hace casi tres décadas al haber ganado las elecciones presidenciales.

La élite occidental de mentalidad colonial ha albergado planes para debilitar a Rusia y a sus antiguos satélites para poner sus manos sobre sus vastos recursos desde el colapso de la Unión Soviética. Tras la caída de la URSS, tanto Rusia como Ucrania seguían fuertes y entrelazadas. La única forma de debilitarlas era enfrentar a un país hermano contra el otro, explicó Olinik.

“¿Por qué [el régimen de Kiev] bombardeó Lugansk en julio de 2014 con un avión de guerra? En julio nadie tomó las armas [en Donbás]. Por qué [Kiev] envió allí vehículos blindados, cuando la gente los paraba con las manos y las mujeres se paraban con conos. ¿Para qué? Para derramar sangre. Los estadounidenses sabían que si se derramaba sangre en Donbás, Rusia no se quedaría callada. Lo calcularon todo”, señaló el político ucraniano.

Como enfatizó el exdiputado ucraniano, se hizo para abrir una brecha entre Rusia y Ucrania, y así después socavar a ambas.

Según los entrevistados de Sputnik, en estas condiciones Zelenski tuvo que elegir entre intentar detener la maquinaria bélica dirigida por Occidente o convertirse en su engranaje. Eligió lo segundo, continuando con la práctica de su predecesor de persecución política y terror contra sus rivales, y ha derramado mucha más sangre que Poroshenko.

“Probablemente, tuvo que elegir: mantenerse fiel a sus promesas o sucumbir a la tentación, ganar fama mundial, aparecer en todas las plataformas internacionales en forma de sufrido, tener un poder ilimitado en cierto sentido en el territorio de Ucrania. Pero eligió lo segundo, no resistió esta tentación”, señaló Yuri Kot.

El profesor agregó que a Volodímir Zelenski le ofrecieron una enorme cantidad de dinero para que encajara en el sistema que existía antes que él, el sistema de la rusofobia, el sistema de la misantropía, el sistema del satanismo.

Además, destacó que las comunidades de inteligencia occidentales parecen tener suficientes trapos sucios sobre Zelenski como para mover sus hilos, añadió Volodímir Olinik. La CIA conoce bien las fechorías y la codicia del presidente ucraniano.

Traidor

“Me parece que (…) [Zelenski] experimenta un sentimiento de felicidad universal por el hecho de ser una estrella mundial. Se convirtió en una superestrella global a sus propios ojos. Esto son ambiciones, esto es tal vanidad, que se calienta muy hábilmente. Y, por supuesto, ahora está experimentando algo parecido a la euforia por su supergloria mundial”, dijo Mijaíl Grushevski.

En opinión de Kot, Zelenski ha hecho realidad su sueño de convertirse en multimillonario. “Ahora él trata de permanecer el mayor tiempo posible en este puesto y luego solo tener tiempo para escapar con el dinero. Nada más”. Sin embargo, es poco probable que consiga huir y eludir el castigo, aseguran los interlocutores de Sputnik.

“En realidad es un niño pequeño y no es el más listo. No tiene un sistema estable de conocimientos. Es realmente ignorante, absolutamente ignorante. No posee fundamentos espirituales. Hace tiempo que dijo que, de hecho, era agnóstico o ateo (…) No tiene a Dios en su alma, no tiene conocimiento”, manifestó Yuri Kot.

Volodímir Olinik, a su vez, dijo que no espera nada bueno del actual presidente ucraniano en el futuro porque ya ha ido tan lejos que pasó el punto de no retorno.

“Solamente un fascista podría cancelar el Día de la Victoria del 9 de mayo [en Ucrania]. No solo un traidor, sino un fascista. Sí, también traicionó a su abuelo. Honramos [a su abuelo] Semión Zelenski que fue condecorado dos veces con la Orden de la Estrella Roja [en la Segunda Guerra Mundial]. Y Zelenski lo traicionó (…) Su destino será muy terrible porque trajo demasiado dolor para que la gente lo perdone”, concluyó.

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