La principal aerolínea de Georgia declaró a la presidenta del país, Salomé Zurabishvili, persona no grata a bordo luego de que instara a los conciudadanos a boicotear esa compañía tras la reanudación de vuelos a Rusia. A principios de mayo, Moscú y Tiflis acordaron reanudar los vuelos y abolir el régimen de visados.

“La Sra. Salomé [Zurabishvili] ha declarado un boicot a la aerolínea nacional. La declaramos persona no grata y no la dejaremos abordar hasta que pida disculpas al pueblo georgiano”, citan los medios locales al presidente de Georgia Airways, Tamaz Gaiashvili.

Georgia rompió relaciones diplomáticas con Rusia en 2008, después de que Moscú reconociera la independencia de Abjasia y Osetia del Sur. Sin embargo, Tiflis abolió unilateralmente los visados para los rusos desde 2012.

El 10 de mayo, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, anuló el requisito de visados para los nacionales de Georgia y levantó la prohibición a las compañías aéreas nacionales de realizar vuelos entre los dos países.

El Gobierno ruso suspendió los vuelos directos a Georgia en julio de 2019 en medio de protestas antirrusas que estallaron en la capital georgiana tras la visita de delegados de Rusia a la Asamblea Interparlamentaria de la Ortodoxia (AIO).

El Ministerio de Exteriores de Georgia saludó la abolición del régimen de visados por Moscú, mientras la presidenta georgiana, Salomé Zurabishvili, tachó esta decisión de provocación.

El 19 de mayo, tras una pausa de cuatro años, un avión de la aerolínea rusa Azimut aterrizó en Tiflis. La Agencia de Aviación Civil de Georgia autorizó a Georgian Airways a realizar los vuelos a Moscú siete veces a la semana a partir del 20 de mayo.

Sputnik